Ingredientes:
- 2 tazas de crema para batir (nata para montar) fría
- 1 lata (397 g) de leche condensada
- 2 cucharadas de café instantáneo (puedes usar espresso en polvo)
- 2 cucharadas de agua caliente
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Opcional: trozos de chocolate, almendras picadas o caramelo para decorar
Preparación:
- Disuelve el café: En un tazón pequeño, mezcla el café instantáneo con el agua caliente hasta que se disuelva completamente. Déjalo enfriar unos minutos.
- Prepara la base: En un bol grande, vierte la leche condensada y añade el café disuelto y la vainilla. Mezcla bien hasta que todo esté integrado.
- Bate la crema: En otro recipiente, bate la crema para batir con una batidora eléctrica hasta que forme picos suaves (no demasiado firmes).
- Combina con cuidado: Incorpora suavemente la mezcla de café a la crema batida con movimientos envolventes, para no perder el aire.
- Congela: Vierte la mezcla en un recipiente con tapa, alisa la superficie y congela durante al menos 6 horas o toda la noche.
- Sirve: Saca del congelador unos minutos antes de servir. Puedes decorar con virutas de chocolate, un chorrito de café frío, nueces o caramelo.
Consejo final:
Este helado tiene una textura cremosa y un sabor intenso a café. Ideal como postre elegante o para una tarde calurosa. Si quieres un sabor más fuerte, puedes añadir una cucharadita más de café.
¿Te gustaría también una versión para hacer con heladera o una presentación elegante para redes sociales