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Chocoflan Casero: El Pastel Imposible que Siempre Sorprende

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El chocoflan, también conocido como “pastel imposible”, es una de esas recetas que combinan lo mejor de dos mundos en un solo postre: un suave bizcocho de chocolate y un cremoso flan de vainilla. Su magia está en la forma en que, durante el horneado, las capas se invierten por sí solas, creando un efecto visual sorprendente y una textura irresistible.

Este postre no solo es delicioso, sino que también es una excelente opción para sorprender a tus invitados o celebrar una ocasión especial. Aunque parece complicado, en realidad es bastante fácil de hacer si sigues los pasos correctamente. Hoy te enseñamos cómo preparar un chocoflan casero perfecto, desde el caramelo hasta el desmolde, con todos los consejos para que te quede espectacular.

¿Qué es el chocoflan?

El chocoflan es un pastel de origen mexicano que une un bizcocho de chocolate húmedo con un flan tradicional. Al hornearlo al baño maría, las capas se separan de forma natural, creando una presentación impactante sin necesidad de técnicas avanzadas. El resultado es un postre suave, cremoso, con un contraste de sabores y temperaturas que lo hace inolvidable.

Ingredientes

Para el caramelo

  • 1 taza (200 g) de azúcar
  • 2 cucharadas de agua

Para el bizcocho de chocolate

  • 1 taza (120 g) de harina de trigo
  • 1/2 taza (45 g) de cacao en polvo sin azúcar
  • 1 taza (200 g) de azúcar
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 pizca de sal
  • 2 huevos
  • 1/2 taza (120 ml) de leche
  • 1/4 taza (60 ml) de aceite vegetal
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1/2 taza (120 ml) de agua caliente

Para el flan

  • 1 lata (395 g) de leche condensada
  • 1 lata (395 g) de leche evaporada
  • 4 huevos
  • 1 cucharada de esencia de vainilla

Instrucciones paso a paso

1. Prepara el caramelo

En una sartén a fuego medio, coloca el azúcar y el agua. Deja que se derrita sin remover, solo puedes mover la sartén suavemente para evitar que se queme. Cuando tome un color dorado intenso, retira del fuego y vierte de inmediato en un molde para hornear tipo savarín o redondo de 22–24 cm de diámetro. Gira el molde para cubrir ligeramente las paredes con el caramelo. Reserva mientras preparas el resto.

2. Prepara el bizcocho de chocolate

En un bol grande, tamiza la harina, el cacao en polvo, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. Agrega el azúcar y mezcla bien los ingredientes secos. Luego, añade los huevos, la leche, el aceite y la esencia de vainilla. Mezcla con un batidor de mano o eléctrico hasta que la masa esté homogénea. Incorpora el agua caliente poco a poco, revolviendo con cuidado. La mezcla será bastante líquida, lo cual es normal. Vierte esta mezcla sobre el caramelo en el molde.

3. Prepara la mezcla de flan

En una licuadora, combina la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla. Licúa por unos segundos hasta obtener una mezcla uniforme. Para añadir esta mezcla al molde, usa una cuchara invertida como guía y vierte lentamente sobre la mezcla de chocolate, para que no se mezcle. Aunque parezca que se van a unir, en el horno se separarán naturalmente.

4. Horneado al baño maría

Cubre el molde con papel aluminio ajustado. Colócalo dentro de una bandeja más grande con agua caliente (el agua debe llegar aproximadamente hasta la mitad del molde). Esta técnica de baño maría es fundamental para cocinar el flan de forma pareja sin que se reseque.

Lleva al horno precalentado a 180°C durante aproximadamente 1 hora y 10 minutos. El tiempo puede variar según tu horno, así que verifica introduciendo un palillo: si sale limpio o con apenas algunas migas del bizcocho, está listo.

5. Enfriado y desmolde

Una vez horneado, retira del baño maría con cuidado y deja enfriar completamente a temperatura ambiente. Luego, refrigera por un mínimo de 4 horas, pero si puedes dejarlo toda la noche, mucho mejor. Esto ayudará a que las capas se asienten bien y el desmolde sea más fácil.

Cuando esté frío, pasa un cuchillo fino por los bordes del molde para despegarlo y colócalo sobre un plato hondo. Voltea rápidamente y con firmeza. El caramelo bajará lentamente, cubriendo el pastel con un brillo irresistible.


Consejos para un chocoflan perfecto

  • Usa un molde de aluminio para un horneado más uniforme. Evita los moldes desmontables, ya que el caramelo y el flan pueden filtrarse.
  • No llenes el molde hasta el borde. Deja al menos 2 cm de espacio porque el bizcocho sube durante el horneado.
  • No te saltes el enfriado. Si intentas desmoldar el chocoflan caliente, corres el riesgo de que se rompa.
  • Puedes aromatizar el flan con ralladura de naranja, un toque de canela o licor para darle un giro personalizado.

¿Cómo servirlo?

El chocoflan se sirve frío, cortado en porciones generosas. Puedes decorarlo con frutas frescas, virutas de chocolate o un toque de crema batida si deseas darle una presentación más elegante. También es delicioso por sí solo, ya que el contraste entre el bizcocho de chocolate y el flan cremoso es más que suficiente.

Ideal para celebraciones, cumpleaños, cenas familiares o para regalar en ocasiones especiales. Es un postre que no solo gusta, sino que también deja una impresión duradera por su sabor y apariencia.

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