Budín Clásico de Vainilla Casero

Un budín de vainilla bien hecho puede convertirse en el corazón de cualquier merienda, desayuno o incluso un postre improvisado. Esta receta de budín clásico de vainilla casero se destaca por su sencillez, textura suave y un sabor inconfundible. Es una opción perfecta para quienes buscan un dulce tradicional sin complicaciones pero con resultados extraordinarios. En este artículo te explicaremos paso a paso cómo preparar este budín desde cero, incluyendo trucos para mejorar la textura, opciones de glaseado y formas de conservarlo.

Ingredientes Principales

  • 250 g de harina común (todo uso)
  • 200 g de azúcar extrafino
  • 200 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
  • 3 huevos grandes (aproximadamente 80 g cada uno)
  • 1 y 1/2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 1 y 1/4 cucharaditas de levadura química (polvo de hornear – 7 g)
  • 1/2 taza de leche baja en grasa (aprox. 100 g)

Preparación Paso a Paso

1. Preparar el molde

Utilizá un molde rectangular de aproximadamente 24 cm x 10 cm. Engrasá bien toda la superficie con mantequilla y luego espolvoreá harina, sacudiendo el exceso. Otra opción es usar papel manteca para facilitar el desmolde y evitar que se pegue.

2. Precalentar el horno

Es fundamental que el horno esté caliente al momento de introducir el budín. Precalentálo a 180 °C si usás horno convencional, o a 160 °C si tenés horno con ventilador. Esto garantizará una cocción pareja desde el inicio.

3. Batir la mantequilla con el azúcar

Colocá la mantequilla a temperatura ambiente en un bol grande. Agregá el azúcar extrafino y batí enérgicamente hasta obtener una mezcla cremosa, esponjosa y de color claro. Este paso incorpora aire al batido, lo cual es clave para obtener una miga liviana.

4. Agregar los huevos uno a uno

Incorporá los huevos de a uno. Batí bien después de cada adición hasta que la mezcla esté completamente homogénea. Si los huevos están fríos, pueden cortar la mezcla, por eso es preferible que también estén a temperatura ambiente.

5. Añadir la esencia de vainilla

Una vez integrados los huevos, agregá la esencia de vainilla y mezclá bien. Esta le da al budín su característico aroma y sabor suave.

6. Incorporar los ingredientes secos

Tamizá la harina junto con la levadura química. Esto ayuda a evitar grumos y a incorporar más aire. Agregá esta mezcla seca en tres partes, alternando con la leche en dos partes. Mezclá suavemente con una espátula o batidor manual hasta que esté todo integrado. No sobrebatir, ya que podría afectar la textura final del budín.

7. Hornear

Verté la preparación en el molde previamente engrasado. Alisá la superficie con una espátula para lograr una cocción uniforme. Llevá al horno por aproximadamente 45 a 55 minutos. El tiempo puede variar según el horno, así que es importante vigilar. Sabés que está listo cuando al insertar un palillo en el centro, este salga limpio o con migas secas.

8. Reposar y desmoldar

Una vez cocido, dejá el budín en el molde durante 10 minutos para que asiente su estructura. Luego, desmoldá con cuidado y colocá sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortar.

Glaseado Opcional

Si querés darle un acabado más vistoso y un toque dulce adicional, podés preparar un glaseado sencillo.

Ingredientes para el glaseado

  • 100 g de azúcar impalpable
  • 1 a 2 cucharadas de leche o jugo de limón
  • Unas gotas de esencia de vainilla (opcional)

Cómo prepararlo

  1. En un bol pequeño, colocá el azúcar impalpable tamizado.
  2. Agregá el líquido elegido (leche o jugo de limón) de a poco mientras mezclás. El glaseado debe quedar espeso pero fluido.
  3. Verté sobre el budín frío o tibio y dejá que se endurezca a temperatura ambiente.

Este glaseado le da un brillo atractivo y un sabor extra que combina perfectamente con la vainilla del budín.

Resultados Esperados

Un budín clásico de vainilla correctamente preparado debe tener:

  • Corte fino y uniforme.
  • Textura aireada pero húmeda.
  • Corteza dorada, firme pero suave al corte.
  • Interior esponjoso con aroma delicado a vainilla.
  • Sabor balanceado, no demasiado dulce.

Es ideal para cortar en rebanadas y acompañar con café, té, mate o incluso un vaso de leche.

Consejos para un Budín Perfecto

  • Temperatura de los ingredientes: asegurate de que la mantequilla y los huevos estén a temperatura ambiente. Esto facilita la emulsión de la mezcla.
  • No sobrebatir: una vez que incorporás la harina, mezclá solo hasta integrar. Sobrebatir puede desarrollar el gluten y endurecer la miga.
  • Horno precalentado: siempre es clave tener el horno a la temperatura adecuada antes de hornear.
  • Control de cocción: no abras el horno durante los primeros 30 minutos para evitar que se baje el budín.

Variantes

Este budín es una base excelente para experimentar. Algunas ideas para personalizarlo:

  • Agregá chips de chocolate a la mezcla.
  • Incorporá ralladura de limón o naranja para un toque cítrico.
  • Sumá frutas secas como nueces o almendras.
  • Usá cacao en polvo para una versión marmolada.

Conservación

  • A temperatura ambiente: se conserva bien por 3 a 4 días en un recipiente hermético.
  • En heladera: hasta 7 días, aunque puede perder algo de humedad.
  • Congelado: podés envolverlo en film y congelar por hasta 2 meses. Para descongelar, dejá a temperatura ambiente por varias horas.

Preguntas Frecuentes

¿Puedo usar harina leudante en lugar de harina común?

Sí. Si usás harina leudante, podés omitir la levadura química. Asegurate de usar las proporciones adecuadas y no agregar más polvo de hornear del necesario.

¿Puedo reemplazar la mantequilla por aceite?

Es posible usar aceite neutro, aunque la textura y el sabor cambiarán ligeramente. La mantequilla aporta una riqueza que el aceite no iguala.

¿Es necesario el glaseado?

No. El budín es delicioso por sí solo. El glaseado es una opción para los que buscan un toque extra dulce y decorativo.

¿Se puede hacer en moldes individuales?

Sí. Podés hacer mini budines o incluso cupcakes con esta receta. Ajustá el tiempo de cocción a 20-25 minutos según el tamaño del molde.

Conclusión

El budín de vainilla es una receta básica pero versátil, ideal para quienes se inician en la repostería o buscan una opción casera y reconfortante. Con ingredientes simples y pasos fáciles de seguir, esta preparación ofrece un resultado profesional que podés adaptar según tus gustos o necesidades.

Ya sea para compartir con amigos, acompañar el desayuno, disfrutar en la merienda o regalar, este budín es siempre una excelente elección. Siguiendo esta guía paso a paso y aplicando los consejos compartidos, obtendrás un bizcocho perfectamente cocido, sabroso y con una textura inmejorable.

Probaló y convertílo en un clásico de tu cocina.

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